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“Cuánto más rápido vivimos, menos tiempo tenemos” afirma Carl Honoré, portavoz del movimiento Slow, que propone ralentizar la vida para disponer de más tiempo de calidad. La velocidad es una forma de éxtasis y la amamos hasta que llega a asustarnos porque se apodera de nuestra vida personal y laboral, y como consecuencia nos crea un mal estar al no poder satisfacer nuestras expectativas o dedicar el tiempo necesario a las labores que realizamos. El pensamiento lento, conocido como ‘Slow Thinking’, defiende que aquellas personas que pisan el freno tienen más capacidades para gestionar este mundo acelerado que aquellos que no lo hacen.

Lo que hace unos años era una cosa puntual, por una punta de trabajo, un exceso de responsabilidad,… y te obligabas a sacar un rato desde casa para mejorar una presentación, completar un informe, o simplemente finalizar una tarea que habías dejado sin acabar, se ha hecho ya una situación habitual y hasta se ha regulado.

Casi sin saber cómo nos hemos visto obligados a adaptarnos a la nueva situación. Una situación condicionada por el virus COVID19 que nos ha obligado a vivir de otra manera, a relacionarnos de otra manera, a trabajar de otra manera…

Da la situación provocada por el covid.19, muchas personas que han tenido que optar por trabajar desde casa se han encontrado con que no cuentan con el material adecuado para el teletrabajo, como es normal si nunca hemos trabajado desde casa. Ya sea para trabajar desde casa o en la oficina, resulta extremadamente importante para nuestra salud física contar con algunos accesorios adecuados como una buena silla ergonómica que nos ayude a cuidar nuestra postura y nuestro cuerpo.